Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

4 oct 2014

LA MAR

Tan poderosa,
como infantil recuerdo...
siempre, la mar.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©

Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

12 comentarios:

  1. Tu haiku es tan bello e intenso como el propio mar. Me gusta mucho tu blog, Ángel.

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  2. Muchas gracias, Marlene. Es un honor para mí que lo visites.

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  3. Si ya me había gustado esta entrada con la imagen inicial, con esta nueva y espectacular fotografía me has dejado sin palabras. ¡Qué belleza, con esas olas que parecen un acogedor edredón de espuma!

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  4. Gracias por tu comentario, Marlene. Me alegra que te haya gustado. Para ti es.

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  5. Vuelvo a estar de acuerdo con la amiga Marlene.

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  6. Gracias por tu comentario, Francisco. Me alegra.

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  7. Fatima Reyes Garcia13 de octubre de 2014, 0:06

    Precioso...ya conoces mi pasión por el mar...pues eso!!

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  8. Precioso haiku y no menos hermosa u en total consonancia, la imagen del mar que tus gafitas sacaron. Me encanta Ángel. Yo siempre tengo mi barquito en la mar.

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    1. Y ese infantil recuerdo, tan asociado con la mar, permanece inalterable a pesar del paso de los años... porque las experiencias vividas con un padre amante de la naturaleza se quedan grabadas para siempre... y no hay suficientes olas que puedan borrarlas. Gracias Manolo por tu comentario.

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