Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

27 nov 2014

UN AMOR IRREFRENABLE (2)

CAPÍTULO SEGUNDO 

Este incidente-tras el accidente- cambió el rumbo de los acontecimientos para los cuales esos dos seres vivos, iban escopeteados. Una vez solos, en medio de la ciudad llena de gente extraña, que les miraba como si no atinaran a comprender el estado de estupidez, permitida legalmente, en el que habían entrado de un momento al otro, como el que penetra en la quinta dimensión sin haberlo previsto antes de salir de casa y le pilla con bata y sin peinar-, se miraron a los ojos por primera vez, en vez de a sus perjudicados coches, y se quedaron prendados de tanto sentimiento sincero y bobalicón. La felicidad impregnaba el éter… además de la contaminación ambiental.

Se hicieron carantoñas y se intercambiaron palabras cariñosas como suelen hacer las parejas, pero posteriormente a llegar a sus respectivas casas, darse una buena ducha, y dar parte a sus compañías de seguros del percance vivido. Les hicieron las consabidas preguntas, en fin… me voy a centrar en la historia que me pierdo. Se compenetraron a las mil maravillas, desde el primer momento. Y a partir de la eventualidad automovilística vivida, decidieron unir sus vidas de inmediato, y optaron por una sana y feliz convivencia, dentro del matrimonio. Nadie en su sano juicio opta por lo contrario… normalmente eso llega más tarde… Tiempo al tiempo.

Algunas semanas después del casamiento, estaban en la clínica del doctor Gerundio, de la que habían oído hablar mucho y que les había sido recomendada por una asistenta que limpiaba por horas en la tienda de regalos del final de su calle, y yendo despacio, que es gerundio…

-¿Quién es el gestante de los dos?-Peguntó el de recepción.
-Ella, para variar.-Respondió él, obviamente.
-Bien. Pasen a la habitación del fondo y esperen allí. Enseguida les atenderá el doctor, en cuanto termine su partida de cartas con doña Ulceritas, que está de racha, y lleva ya ganadas dos membranas nucleares y un aparato de golgi.
-¿No necesita nuestros datos?
-Relativamente hablando, sí. Pero solamente los de ella. Según me han informado en sus previas declaraciones telefónicas, está de tres semanas y media, y según me dicen, es la que va a parir, próximamente, si es que no prefiere ir a la feria de abril en Sevilla.
-No, si la fecha prevista del parto es para marzo.-Puntualizó la que estaba encinta.
-Hay embarazos largos, sospechosamente largos, señora… igual que los hay sospechosamente cortos, y no miro a nadie. Aquí estamos acostumbrados a ver de todo.
-Ah, ya… Comprendemos… sospechosamente.-Afirmó ella.
-¿Se quieren?-Indagó el hombre. 
-Mucho. ¿No se nos ve en la cara?-Dijo el marido, satisfecho.
-En las caras de la gente puedo ver bastante, menos cuando lo disimulan. Aunque en las de las monedas veo más. Me ciegan con su fulgor, que no es su caso… ya que ninguno luce cara de moneda al aire. Y luego está la cruz… de esa mejor no hablar… Por eso prefiero preguntar.
-¿Pero esa información es relevante?-Quiso saber Elle.
-Depende de para qué… Estoy resolviendo un crucigrama y me puede valer.
-Sí, nos queremos.-Atajó él. Más que nada porque tenía ganas de sentarse.
-¿Ven ustedes?... Sí, entra sin calzador. Esa era la respuesta que decía ser afirmativa a una interrogativa y que también funciona como conjunción condicional. Ya les queda menos, tengan cierta paciencia, les recomiendo. El doctor se queda sin saldo enseguida. En pocos minutos estará con ustedes. Si se aburren, ahí tienen unas cuantas revistas del corazón… pueden quemarlas, si lo desean, a la mayoría les resulta divertido y ayuda a canalizar la ansiedad de la espera, dicen. Pero, por favor, intenten que las cenizas caigan dentro de las urnas, las subastamos luego a las funerarias.
-Bien. De momento no nos aburrimos. Más adelante, veremos…-Informó Lui.
-Yo tengo que seguir con mi trabajo. Este crucigrama es un auténtico reto. Soy funcionario y tengo responsabilidades que atender… Huy, si antes lo digo… funcionario… ¡Aquello que funciona! ¡Bingo!

Ángeles Córdoba Tordesillas ©

Acuarelita rápida de la recepción de la consulta del Dr. Gerundio. Con estas gafitas, sí.


8 comentarios:

  1. Vaya, vaya... Un amor sin frenos, sin embrague y sin marcha atrás... No pasará la ITV, me temo.

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    1. Eso digo yo, Francisco... Vaya, vaya. Parece que estás muy al corriente... de la ITV.
      Gracias por tu comentario.

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  2. Tú sabes hasta que punto he tenido que "ponerme al corriente" de la dichosa ITV...

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    1. A veces hay que cumplir con las zarandajas legales... qué remedio, Francisco. Así son las cosas y así se las hemos contado.

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  3. Jajajaja....parece enteramente un diálogo de Groucho Marx! Es genialmente lioso, divertido y surrealista!
    Anda que estos dos pobres, en menudo lío se están metiendo sin comerlo ni beberlo. Menudas trampas tiende Cupidito....ayayayyyy

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    1. Bueno... sin comerlo ni beberlo... habrá que esperar a ver, Susana. Aún no se ha desvelado la razón por la cual han acudido a la aparatosa consulta del dr. Gerundio... Un profesional como la copa de un pino, por cierto. Tendré que ir soltando el resto de los capítulos. Los iré lanzando desde mi nube... siempre y cuando os portéis bien.

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  4. Fátima Reyes García29 de noviembre de 2014, 1:39

    Jijjiji...sigues sorprendiendome con esa prodigiosa imaginación que tienes...me sigo quedando con hambre.

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    1. Espero que a medida que vaya publicando el resto de los capítulos, ese hambre se vaya saciando, amiga. Gracias por tu comentario y tu interés.

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