Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

10 ene 2015

COHERENCIA

Fue al sindicato del sentido común, al que estaba afiliado por la “C” de Córdoba (bonita ciudad y apellido, por cierto, los mires por donde los mires) les pidió coherencia y le dieron crema para los zapatos. 

Una vez en su casa se dio cuenta y se preguntó: “¿Para qué quiero yo, crema de zapatos, si uso sandalias en invierno y botas en verano… pero zapatos nunca?”.

Y volvió y lo contó.

-Mire les he pedido coherencia y ustedes me han dado esto, que no uso. Tome, se lo devuelvo. 
-Pues pídanos crema para los zapatos.
-Pero si le digo que no uso.
-Usted pídalo… Hágame caso.  
-Está bien. Deme crema para los zapatos.
-Tenga usted.-Y le dieron coherencia.

Se fue contento el hombre, pensando: “Ahora sí… esto tiene lógica. Pues bien, ya que he conseguido lo que venía buscando, voy a comprarme un calzado nuevo, camino de casa. He visto en un escaparate unos zapatos negros preciosos, y  no tengo ni un sólo par en el armario”.

Moraleja: 

¿Para qué deseamos conseguir lo que creemos querer, si no sabemos si eso es lo que queremos, para qué lo queremos, ni cómo utilizarlo?
¿O para qué ser coherente si podemos tener un calzado impecable?… ¿O para qué afiliarnos a un sindicato si preferimos coherencia?... ¿O para qué andar con zapatos cuando descalzo se va de miedo?... ¿O para qué…? En fin… en los humanos, lo único coherente es la incoherencia.

                                                            FIN COHERENTE

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


14 comentarios:

  1. Fátima Reyes García10 de enero de 2015, 22:59

    Pos si...y explicado tan divinamente por ti, queda clarisimo

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    1. ¿Verdad que sí, amiga?... Y el que no quiera entenderlo, que se compre un par de zapatos nuevos y luego se busque un sindicato para perder el sentido común con el calzado bien limpio. He dicho.
      Gracias,Fátima.

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  2. Jejeje...incoherentemente coherente...

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    1. O coherentemente incoherente, Susana, como prefieras o "desprefieras".
      Gracias.

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  3. La coherencia de la incoherencia o poner el carro delante de los bueyes, pero.lo hacemos volviendo por.pasiva la coherencia. Si tenemos el mantenimiento, creamos la necesidad
    No se si.los sindcatos asesoran en esa materia jsja.
    Me ha encantado, lo cuentas tan bien...

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    1. Gracias Manolo... con ese trasiego de bueyes, carros y sindicatos... estoy coherentemente perdida, casi, me parece... creo. El sindicato del sentido común, asesora en eso, sí... ¿en productos para la limpieza del calzado, te refieres, supongo?
      Pero tú lo lees mejor.

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  4. ¡¡¡¡ Jajajjaja !!!! me ha encantado la moraleja, es fantástica, y estoy muy de acuerdo contigo, los seres humanos somos incongruentes en nuestra coherencia.

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    1. Así lo creo yo, Sergi. Pero también fascinantemente incoherentes... ¿o no?
      Gracias por comentar.

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    2. Ya lo creo, sin incoherencia todo sería muy previsible y aburrido. Es la gracia y la desgracia del ser humano.

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    3. Y además en la coherencia podemos ser todos parecidos pero incoherente, cada cual lo es a su manera... Esta es mi opinión desde mi perspectiva incoherente, por supuesto y por suerte. Gracias Sergi.

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  5. Jajaja lo humano va más allá de la incoherencia. Entra en el terreno de lo absurdo. Me ha divertido tu exposición.

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    1. Qué bueno que haya sido así, porque es coherentemente, lo que pretendía. Gracias, Raúl por tu comentario.

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  6. Nada más incoherente que el humor surrealista en el que nos envuelves con toda coherencia... Afortunadamente, porque la coherencia de lo incoherentemente serio es insoportable y, lo que es peor, nada divertida. Genial, Ángel.

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    1. Coherentemente agradecida, Francisco, por tu defensa de la incoherencia, coherentemente surrealista... O algo así

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