Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

19 feb 2015

LA VISITANTE

Él, la miró con seriedad y con una voz grave y trascendente, como el que va a dar un discurso absolutamente relevante, la agarró por los hombros la colocó frente a él y le dijo:
-No.

Ella se dio media vuelta y se marchó. Pero al día siguiente, de nuevo, regresó para acompañarle. Llamó a su puerta y él la miró y le dio paso. La vanidad es constante y cuando se propone quedarse a vivir con alguien, normalmente lo consigue…


Ángel C. T. ©2014

6 comentarios:

  1. Al leerlo me ha venido a la cabeza aquella fantástica película : "El cartero siempre llama dos veces" , en la cual existía una atracción-obsesión irresistibles entre dos personas.
    Besos Ángel.

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    1. Sí, Arantz. Vi aquella pasional película y también recuerdo ese dramático final... curiosa asociación de ideas.
      Gracias.

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  2. Una cierta persistencia, sin llegar al agobio, es importante a la hora de alcanzar alguna meta. Cortito y precioso relato. Me encanta.

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    1. Estoy de acuerdo contigo, Manolo. Una cierta persistencia puede ser positiva. Una persistencia intensa puede terminar por hacer que nunca se llegue a conseguir el objetivo. Gracias por tu comentario.

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  3. Fátima Reyes Garcia25 de febrero de 2015, 13:05

    Yo pienso que hay que saber interpretar, los "noes", que a veces son "sies" y viceversa.

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    1. Todos somos susceptibles de ceder ante la presión de ciertos visitantes que insisten en convivir con nosotros y adoran la vulnerabilidad humana.

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