Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

4 mar 2015

EL CAMINO

Hoy recuerdo, con especial emoción, a algunos compañeros que ya no caminan a mi lado. Pero el camino sigue adelante, la vida continúa. Y a pesar de todo, siempre es bello el camino… y siempre podemos seguir amando a los que, en algún momento del recorrido, lo compartieron con nosotros. Gracias por haberlo hecho.  

Ángel C. T. ©

Fotografía de uno de los caminos de mi pueblo. Hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

6 comentarios:

  1. Es bonito recordar los tramos del camino con los que ya no están por un motivo u otro. Precioso ese camino recorrido y fotografiado...

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti por compartir antes y ahora ese camino y hacerlo tan ameno y agradable.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bueno tener compañeros de camino tan especiales como Susana y como tú, Manolo. Gracias por caminar a mi lado.

      Eliminar
  3. Fátima Reyes García8 de marzo de 2015, 21:30

    Siempre habrá un camino, ¡que bueno que de vez en cuando nos crucemos en él, amiga!

    ResponderEliminar