Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

10 mar 2015

ES LA L-UNA

Es la luna de la madrugada.
Si yo fuera viento, sería un ciclón
de pasión extrema.
Pasaría mis dedos por tu cabello
y mis horas por tus sueños.
Soplaría las velas de tus pesadillas,
si fuera viento…

Es la luna,
en la madrugada de hoy.
Y si fuera mar,
sería bravo y ondulante,
en esta bella noche de amantes.
Te envolvería entre mis brazos
amorosos, húmedos y salados,
si fuera mar...

Es la luna
en esta madrugada
del mes de marzo y sonriente.
Si fuera nube de agua bendita,
volando sobre tu cuerpo y tu mente
Rozaría levemente tu rostro,
te arrullaría con un suave son
y te mecería 
con mi cuerpo algodonado,
si fuera nube...

Mientras es la luna,
a cualquier hora de esta madrugada bella,
tú eres sol de mi pentagrama.
La clave en la que compongo cada día, la partitura
que los ángeles interpretan con regocijo,
para tu descanso,
por celebrar tu sueño.
Sin ser música, 
estoy prendada de tu sonido.
Pero tampoco soy viento, 
ni mar, ni nube…
soy simplemente
tu trocito…
de cielo.

Ángel C. T. ©


Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

6 comentarios:

  1. Es bellísimo y no me quedan palabras para describir este precioso y emotivo poema de amor, que realmente es oxígeno, sensibilidad, pasión y fuerza. No se cuantas veces lo leo y lo releo, es hermosísimo y a mi me encanta Ángel.

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    1. Cuánto me alegra que te guste tanto que lo leas y lo releas, Manolo. Muchas gracias por expresar de una forma tan intensa lo que sientes cuando lo haces. Un abrazo, querido amigo.

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  2. Y este poema es un regalo....Simplemente....un trocito de ti.
    Besos Ángel.

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    1. Tu interés y aprecio por las cosas que publico son un regalo muy especial para mí, Arantza. Muchas gracias, amiga.

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  3. Hermoso poema Ángel como la luna de marzo por estos lados, bella y brillante como tu, abrazo corazón!!

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    1. La luna de marzo, también por esos lares, es preciosa. Ya está menguante pero todavía con mucho fulgor. Te envío un abrazo enorme desde esta luna a la tuya... ¡a la luna, a las dos y a las tres! Gracias, Silvia.

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