Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

2 mar 2015

HABLEMOS DE TI

Hablemos hoy de ti.
No de confusas ideas,
ni de amargos “ayeres”.
No de fotografías
ni de rostros.
Total… ¿qué importancia tienen?

Hablemos de tus inquietudes,
de tus planes,
de tus esperanzas.
Si vives aferrado a algún sueño
si suspiras en secreto,
con todo el alma,
por alguien
a quien has esperado siempre.
Si ríes, si lloras, si sientes…

Hablemos de ti,
mientras dejamos
que la dulzura del amor
envuelva nuestro corazón,
como una tierna madre,
y el destino planifique
ese encuentro…

Sabes que me siento tan bien contigo
que podría pasarme una vida
a tu lado,
acompañándote
en esos planes,
en esas inquietudes…

No,
no son sólo palabras bonitas.
Es que mi voluntad
va contigo adonde vayas,
como tu sombra
y le gusta hablar de ti
y soñar contigo.


Ángel C. T. 2015

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