Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

14 mar 2015

QUASIMODA

Quasimodo tuvo una hermana melliza,
aunque Victor Hugo 
no lo contara en su novela, 
cuasi tan fea como él pero escribía poesía.

Se dedicó al diseño
y cuasi triunfó en la moda
porque tuvo confianza en la vida
y en sí misma, a pesar de todo.
No como él
que vivía de cualquier modo.

¡Qué bonitos aquellos vestidos
inspiración pura de las musas!
Trabajó duro para lograr su sueño
contra todo los obstáculos
y las envidias que se encontró
en el camino hacia el éxito.

Con mucho tesón, esfuerzo, dedicación
y, seguramente, algo de talento,
siempre subjetivo, por supuesto,
consiguió darse a conocer.
Mientras nadie viera su semblante,
pensó, todo estará bien.

Pronto presentará la nueva colección
por las pasarelas más importantes
de Europa.

Nunca consideró la cirugía estética
como una opción
para superar su, justificado, complejo

Defendía con uñas, dientes
y poemas,
aquellas hermosas palabras
que un día leyó
en su libro preferido:
“Lo esencial es invisible a los ojos”.
Por eso sus diseños
siempre son interiores.

Viste los corazones
con bellísimos trajes
hechos con la elegancia de la bondad
y piedras preciosas,
desprendidas de las lágrimas.
que fue guardando,
pena tras pena,
ofensa tras ofensa,
como el mejor ornamento.

Las entradas están cuasi agotadas.
"Gracias por interesarse en mi trabajo".
Escribió satisfecha a los contratantes.
Siempre suya, siempre afectuosa,
aunque no a la moda.
Quasimoda.

Ángel Córdoba Tordesillas ©

Primer plano de Quasimoda. El día del retrato se levantó con buena cara. Había dormido bien.

6 comentarios:

  1. Muy sabia esta Quasimoda, me inspira ternura y ganas de achucharla. Además de bella por dentro también lo es por fuera, no sé quien dijo que eso de la belleza es algo subjetivo....¡¡pues yo la veo guapa!!.
    Supo sortear obstáculos y ser siempre ella misma, nos da una buena lección.

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    1. ¿Pues sabes qué te digo, Arantza?... ¡Que yo también la veo guapa!
      Muchas gracias por esos ánimos que das a todas las que nos sentimos "Quasimodas".

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  2. Yo veo a Quasimoda hermosísima en todos los sentidos, porque cuando alguien es tan generoso y lleva esa belleza interior tan impagable, tan sublime, nadie duda de su hermosura y quisieras abrazarla hasta que sintiera que tu corazón y el suyo se conectan mediante los latidos de la ternura y la emoción.
    Es una gran dama Quasimoda.

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    1. Manolo, Quasimoda te estará muy agradecida por este comentario, sin ninguna duda. Le enviaré un sms con su contenido íntegro. Prometo no hacer censura. Te tendrá que enviar una invitación para ese próximo desfile, por aquello de que crees que es tan generosa. Mira tú la gracia...

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  3. Yo le digo a Quasimoda: guapa! Y no dejes nunca de diseñar interiores pues los corazones te lo agradecen. Ah, y es imposible que sea fea con esa poesía tan bella que escribe.....entrañable y amorosa, esta Quasimoda.

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    1. ¡Tú sí que eres entrañable y amorosa... mariposa!
      Gracias y muchos besos, amiga, preciosa.

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