Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

17 mar 2015

SI ESTÁ VIVO...

Letargo de sentimientos…
Rompecabezas al que juega el corazón sediento,
avaricioso de amor… necesitado de lo bello.

Tu compañía, sincera, precisa, sencilla,
como buen ejemplo,
sustituto de la felicidad
o muy parecido a ella,
tal vez sinónimo de
“sin ánimo de hacerte sufrir”,

Simulacro de virtudes y valores,
el silencio, aliado de nuestros deseos,
contiene sus voces,
mientras el tiempo
retiene nuestros alientos
entre sus maternales y doctas horas.

No es preciso recordar lo que se ha ido.
ni intentar atrapar lo que no ha llegado.
Sólo, tan sólo, detenerse
a sentir lo que está vivo todavía,
si está vivo...
Lo que está sucediendo hoy,
ahora, en este momento.

Lo sé, ya me lo has dicho,
no quieres hacerme daño.
Mi alma, callada, herida,
mira para otro lado.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


Acuarela pintada con estas gafitas que Dios me ha dado.

8 comentarios:

  1. Maravilloso, me ha encantado y lo he escuchado desde muy profundo.....
    Un abrazo, amiga

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    1. Si lo has escuchado desde muy profundo, es que mi alma te lo recitaba. Gracias, Susana.
      Otro abrazo para ti.

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  2. Me ha encantado, es tremendamente hermoso, porque poemas vivencias, encuentros y desencuentros. Llega profundo.

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    1. Llega allí donde se puede quedar a vivir.
      Gracias, Manolo. Siempre tienes palabras amables para los escritos que comparto.

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  3. Fátima Reyes García18 de marzo de 2015, 23:48

    Una maravilla Ángel, poema y acuarela.

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  4. Un poquito de decepción, mucho de sinceridad y una pizca de ironía y......
    ¡salió un estupendo poema!.
    La acuarela es todo expresividad.

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    1. Menuda mezcla... Pero oye, si funciona...
      Gracias, Arantza. Tú sí que eres toda expresividad.

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