Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

3 may 2015

EL ALMA Y EL IRPF

-Doctor, tengo una contractura en un músculo de mi alma.
-Demasiada tensión ondulante y de libre circulación acumulada, quizá.
-Eso digo yo… La Declaración, me tiene la moral comida.
-Dos vidas de descanso, y unas friegas de cariño, antes de morir… cada noche y quedará como nuevo aunque ya nadie lo compre.
-Seguiré sus consejos por si me llevaran adonde Dios manda.
-Por favor, cierre la puerta, ahora cuando salga, que se escapa la última vida que le queda a mi gato y me ha amenazado con reencarnarse en otro inspector de Hacienda... y ya tenemos suficientes por estos mundos orbitales, ¿no le parece?
-Me parece.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©

Nota:
Mientras estés vivo no olvides el IRPF.
Cuando ya no lo estés podrás RIP.

6 comentarios:

  1. No me olvido del IRPF jajaja, ni de Hacienda que es como la muerte con cara de ministro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso es bueno hacer un poco de humor con ello y quitar así trascendencia tanto a los IRPF como a los RIP. Gracias por tu ocurrente comentario, Manolo.

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Interpreto por tu locuaz expresión escrita, Susana, que te ha hecho gracia la chorradita. Gracias. Besos

      Eliminar
    2. Interpretaste bien. A veces una risa basta para que te entiendan. Besos ;-)

      Eliminar