Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

15 jun 2015

DOS SUPER-AMAPOLAS

Las dos últimas supervivientes en todo el planeta Tierra en esta primavera agonizante. ¡Asombroso, justamente en el campo de mi pueblo! Soy una privilegiada, lo sé. Ayer mismo he tenido la oportunidad de fotografiarlas y de hacerles una pequeña entrevista.

-Buenas tardes, chicas. ¿Todo bien?
-Todo muy bien. Aquí, resistiendo los cambios de temperatura, tormentas, vientos... lo que se tercie.
-Caramba, sois más fuertes de lo que parece. Y eso que tenéis fama de ser enormemente delicadas.
-Muchas veces infravaloramos la fortaleza de lo frágil.
-¡Qué me vais a contar! Lo que yo llevo pasado...
-Mira, nos gustaría tener un rato de tranquilidad... no sabemos cuando puede descargar una nueva tormenta. Y ya vemos por dónde vas... como te demos cancha, nos sueltas tu vida en un momento y, compréndelo, andamos escasas de tiempo.
-¿Que me vaya por donde he venido?
-Eso mismo.
-Bien. Sin pelos en la lengua... Así me gustan las flores. Sólo una última cosita, ¿me permitís una fotografía para la posteridad, en mi nube?
-Venga.
-Decid patata.
-¡Patata!
-Gracias. Habéis salido monísimas. ¡Con Dios, amigas!

Ángel C. T.

Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

2 comentarios:

  1. Fantástica la entrevista y la foto :-)

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    1. Gracias, Susana. Voy siempre preparada como reportera improvisada. Nunca se sabe cuándo y dónde puede surgir la noticia.

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