Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

7 jul 2015

CRIMEN PASIONAL

Pídeme que te corte el pelo,
con una mano, cantando La Donna E Mobile
y hasta con los ojos cerrados...
Pero no me pidas que te corte la sandía o el queso.
Mis amigas dicen que los asesino.
Bah… yo creo que exageran.

Ángel C. T. ©

Primer plano de la sandía... que se ha empeñado en posar de esta guisa. El queso no quiere salir… dice que tiene pudor… ¡Ya ves tú! 

4 comentarios:

  1. Jajajajajaja...
    ¿Pero qué le has hechooo?? Ni adrede, hija.

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    1. ¿Yoooooo?... A mí que me registren.
      Mientras no examinen huellas digitales... ha podido ser cualquiera, Arantza. Hasta tú, mira por donde... Así que, anda con cuidadito, a ver si te voy a imputar el "crimen".

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  2. Jajaja, yo también las suelo asesinar, pero me las como igual, bien fresquitas en verano con el calor. Y mira que me empeño en cortarla la sandía bien, pero me acaban saliendo las catas torcidas.

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    1. ¿Qué se va a hacer?... El que no tiene maña para empuñar un arma, pues no la tiene... Tendremos que utilizar el cuchillito, Manolo, para otro tipo de acciones más artesanas o artísticas. Afortunadamente la sandía sigue estando deliciosa, la abras como la abras.

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