Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

1 jul 2015

POEMA A UN DÍA SIN SOL

Pero yo imploro:
¡Hágase la luz!
Y la luz no se hace.
Todo está sumido
en la mayor oscuridad.
Todo queda negro,
boca adentro, pozo abajo.

Y luego digo:
¡Hágase mar y tierra!
Y no es ni mar ni tierra.
Es sólo un charco pequeño,
de lágrimas,
que nace entre el silencio.

Es la cuarta vez que grito
sin abrir la boca.

Hoy, tres de diciembre
de mil novecientos setenta y ocho,
no digo nada.

Os llamo
para no deciros nada.

Hoy,
no tengo nada que decir.
Porque ya la vida,
no solo son palabras…

Ángel C. T. ©2012

Fotografía hecha con estas gafitas que Dios me ha dado.

2 comentarios:

  1. El poema, bellísimo, rememora una fecha, posiblemente dolorosa para ti, y no seré yo quien pregunte de tus recuerdos. Besos corazón poeta.

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    1. Ay, las fechas... Pues sí, indudablemente cuando se escribe algo así, el día en que se hace ha podido ser de todo menos un día corriente.
      Gracias, Manolo. Eres muy observador.

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