Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

2 jul 2015

BUENAS NOCHES

Puede ser que la noche hoy esté triste
o demasiado cansada,
o cansada y triste.
¿Es posible que los espejismos se instalen en medio de tu casa
y no te des cuenta?...
¿Que una luz se convierta en sombra, cuando no la miras
igual que una planta se seca cuando no la riegas?
¿Que el lenguaje del corazón de repente tenga interferencias?...
Seguro que todo esto es posible y, también, que la luna llena, desde allá arriba, se burle de nosotros con su irónica confusión.
¿Por qué digo... nosotros?

Ángeles Córdoba Tordesillas

Lucio Dalla & Francesco De Gregori - Buonanotte Fiorellino

2 comentarios:

  1. La luna llena influye, dicen, en el ánimo de las personas, lo mismo que influye en las mareas de los océanos. Pero pronto se convertirá en menguante y volverán a brotar las sonrisas. Tu escrito sale del corazón. Besos Ángel.

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    1. Gracias, Manolo. Tanto menguante como creciente, al parecer, tiene influencia en nuestros organismos y también es fuente de inspiración para artistas, músicos, poetas, cineastas... ¡Siempre la luna!

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