Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

4 ago 2015

COMUNICACIÓN NO VERBAL

-Agapito, me he dado cuenta de que te tiemblan las orejas cada vez que mientes.
-Pero si yo no miento nunca. 
-¡Ya te están temblando, ¿ves?!
-¡Anda pues es verdad! Será la primera vez, porque en mi vida he dicho una mentira. 
-¡Que te vuelven a temblar! Y no se te caerá la cara de vergüenza, no...
-Mujer… la cara no se me va a caer por eso. Bastante tengo con que me tiemblen las orejas. ¿Te parece poco?
-A otros les pica la nariz y no se quejan.
-En fin,  sinsabores de la comunicación no verbal y gestual, supongo. Habrá que acatarlo con naturalidad. 
-Y transparencias y transparencias... que así sabemos por donde nos andamos los demás.  
-Qué complicado es esto de las relaciones personales en la vida cotidiana. Anda que contento me tiene... 
-Mira, ahora no te tiemblan...

Ángel C. T. © (Dedicado a todos esos que "no mienten nunca")

6 comentarios:

  1. Es lo que tiene la comunicación no verbal, no directa, no gestual. Y es tan difícil interpretar, tan difícil a veces...

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    1. Y sin embargo es más clara y fiable que la verbal. Gracias, Manolo.

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  2. Uno de los signos de que te están mintiendo es que cuando sueltan la mentira, apartan la vista de tus ojos y de tu cara, se ponen a mirar los coches que pasan o su reloj de pulsera. Muy típico.

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    1. Ese gesto, de mirada huidiza, también puede darse en personas tímidas. En especial, si hablan de temas relacionados con emociones y sentimientos. Se corre el riesgo de sacar conclusiones erróneas muchas veces, por si acaso no conviene precipitarse. Aunque también estas impresiones son muy personales y supongo que tú percibes, claramente, si el otro te miente o no. Gracias por tu comentario, Arantza,

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  3. Alguien me dijo una vez que desconfiase de quien no te mira a los ojos cuando habla. Llegué a la conclusión de que no siempre es cierto, ni mucho menos; hay personas que no te miran por pura timidez, sin que eso implique que te mientan.

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    1. Eso es, Manolo. Y no solamente por timidez. Hay muchas razones que pueden llevar a alguien a tener esta conducta, casos, por ejemplo, relacionados con problemas de visión; portar lentes de contacto, tener estrabismo, etc. Por experiencia lo digo. Y es que a veces el motivo más simple, es el más cierto.
      Gracias.

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