Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

30 sept 2015

AMISTAD, DIVINO TESORO

A veces siento que mis amigos no me quieren como yo a ellos.Y luego pienso que tal vez, simplemente, no entendemos la amistad de la misma manera. Esto hace que me reconcilie con la amistad, cuando me enfado con ella.

Yo quiero a mis amigos independientemente de sus circunstancias. Y los quiero hoy, mañana y pasado. A no ser que me hagan una gran faena, pero grande, grande, tiene que ser. Y puede que aún así, les siga queriendo, mira tú. Porque no recuerdo haber dejado de querer a ninguna de las personas a las que, en algún momento, he considerado mi amiga, a pesar de que decidiera irme por otro camino para que no me hiriera.

Incluso aunque en muchas ocasiones no entienda sus comportamientos y contradicciones, les sigo queriendo. Y con sus defectos les quiero, porque soy muy consciente de los míos y espero que, aún así, me quieran.

Hoy cumple años una de mis amigas. Le deseo lo mejor. Ya la he felicitado.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


2 comentarios:

  1. Es un gran homenaje a una amiga mi querida Ángel. Entiendo la amistad de una forma parecida a la tuya, como un valor inmenso que nos ofrece la vida,un auténtico tesoro; pero tal vez no sea tan generoso como tu lo eres en el caso de aquéllos que, a sabiendas, me hirieron, pese a que no me cueste perdonar. Y quiero a mis amigos con todo lo que son, con todo lo que representan, sabiendo que son personas con virtudes y defectos, como lo soy yo, y pese a ello, también me quieren.
    A veces me pasa lo mismo, creo que quiero más de lo que a mi me quieren y tal vez no sea así, porque nos suele ocurrir, a ti y a mi nos ocurre, que somos generosos en el cariño. Un beso mi muy querida amiga. A la del cumpleaños, ya la felicité.

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    1. Es que dar cariño no cuesta nada, Manolo. En realidad es mucho más fácil querer que no hacerlo. El que más quiere es el que más disfruta con la amistad, bueno, también a veces es el que pero lo pasa, pero cada uno la vive de una manera.
      Gracias por participar de un modo tan activo en esta nube completamente amistosa. .

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