Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

10 oct 2015

SOY LA PACIENTE 11131

Cuando vi el número del expediente del ensayo clínico, pensé: Soy afortunada, suma siete y todo el mundo sabe que el siete es un número que da suerte. Pero no creo que, en este caso, la suerte tenga mucho que ver.

Hasta hoy, han sido seis años en una carrera de fondo, un auténtico maratón conmigo misma. Primero fueron tres intervenciones quirúrgicas en una sola, después un año y medio de quimioterapia intravenosa, y pruebas médicas luego, durante otro año, la medicación diaria para el ensayo, y sus correspondientes pruebas, más cinco años de quimioterapia oral y más pruebas. Reconozco que en muchos momentos pensé que no lo iba a aguantar. Noches en las que no dormía por miedo a no despertarme; con tantas cosas que sentía que aún me quedaban por hacer... Soy poquita cosa y pensé que no podría con ello y en algunos momentos he llegado a sentirme agotada, casi con ganas de darme por vencida. Reconozco que todavía estoy bastante cansadilla. Tal vez mi cuerpo por dentro haya cumplido ya, los ochenta años, no lo sé, pero mi corazón se siente como el de una niña, más enamorada de la vida que nunca. (Entenderéis mi euforia…).

Me acuerdo emocionada de algunas amigas, Tina y Delia, y otras compañeras, que pasaron por un proceso parecido, que ya no están aquí y no pueden compartir mi alegría -sé que lo harían- y, en especial, recuerdo a mi querida amiga Laurita, a quien acompañé las últimas horas de su vida, porque las dos así lo quisimos, en una experiencia tremendamente humana y enriquecedora para mí. Sé que hoy sonreiría de felicidad. A todas ellas les doy las gracias por su bondad, fortaleza y valentía. 

Y también quiero animar a todo aquél que esté pasando por el proceso del cáncer, de la clase que sea, porque hasta la noche más oscura llega a su final. Y decirle que si en algún momento necesita algún tipo de apoyo que esté a mi alcance dar, desde esta nube, le tiendo mi mano, con todo mi cariño y mi comprensión. Es fundamental que nadie sienta que está solo ante el cáncer. El apoyo y el amor son imprescindibles.

No, no creo que sea por el número siete, ni por la suerte, creo que hay razones más allá de nuestra razón; ideas, creencias y opiniones.  

No sé que pasará mañana, nadie lo sabe, y tampoco me preocupa. Dicen que nunca me van a dar el alta-bueno…-, tengo intervenciones pendientes -ya se harán-, revisiones anuales -simple rutina-, mis migrañas dando la lata -ya se irán…-, ese insomnio persistente -ya dormiré-, mi mala visión -tengo mis gafitas, éstas que Dios me ha dado-… pero hoy quiero terminar esta etapa de este proceso, ya libre de medicación, con la "uve" de VICTORIA y de VIDA, porque sí, porque me da la gana, ¡¡¡PORQUE SIGO AQUÍ!!! 

GRACIAS. 

Ángeles Córdoba Tordesillas ©


8 comentarios:

  1. No tengo palabras para expresar lo que siento ya me gustaría a mi tener ese gran don pero Dios no lo ha querido ( una cuenta que tengo pendiente con Él).Me quedo con las tuyas que definen a la perfección esta maratón de una persona que su meta es la vida como la es de todos pero con un coraje feroz ( y eso que dices que eres poquilla cosa) y admirable .

    Con la "uve" de VICTORIA y de VIDA, porque sí, porque me da la gana, ¡¡¡PORQUE SIGO AQUÍ!!!

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    1. Para no tener "ese gran don" que dices no haber recibido de Dios, expresas de maravilla tus sentimientos, porque a mí me ha llegado tu mensaje directo al corazón, Joaquina.
      Muchas gracias por hacerlo. Un abrazo enorme, amiga.

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  2. Eso es lo primordial que sigues aqui y puedes contarlo.Y un gran aplauso te doy por lo que dices en el cuarto parrafo, la forma en que animas a otras personas.Gracias besos

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    1. Gracias, Celia. Quiero seguir aquí por mucho tiempo. Un abrazo.

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  3. Una noticia fantástica, Ángel, de esas que da gusto leer. Seis años que seguro que muy duros, pero que también creo que serán una gran enseñanza para las personas que superáis este trance. Una amiga mía, ya salida de todo peligro, me dijo un día: "Ves la vida como si hubieras vuelto a nacer, como si todo te fuera dado de nuevo y la saboreas a bocaos". Eso te deseo a ti, una vida estupenda. Besos.

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    1. Qué alegría leer un nuevo comentario tuyo, Arantza, y precisamente en este post que tiene para mí un significado especial.
      No sé cuál sería la experiencia de tu amiga, cada persona vivimos las cosas de una manera distinta, incluso las mismas circunstancias pueden suponer para cada uno una enseñanza diferente pero, en este caso, coincido bastante con esa visión que tiene sobre la manera de ver la vida después de comenzar por un proceso como éste.
      Muchas gracias por esta confidencia y por desearme una vida estupenda. Lo mismo te deseo yo. Un abrazo.

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  4. Maravillosa noticia Ángel, no sabes hasta que punto me ha alegrado. Todos quienes hemos vivido en carne propia o la de seres queridos, y tu lo eres para mi, celebramos la VIDA, así con mayúsculas, porque la vida es amor, es emoción, y muchas cosas más por las que merece la pena luchar, incluso sufrir, para alcanzar ese renacer. Tengo motivos para estar feliz, bien lo sabes por motivos que ya conoces, pero hoy, tengo un motivo más para esa felicidad, y ese motivo tiene nombre y se llama Ángeles, persona a la que quiero, con quien me comunico habitualmente para reir, llorar, bromear, charlar, comentar, vivir.

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    1. Gracias por esta felicitación tan efusiva y sincera, Manolo. Sé que te ha alegrado la noticia. Además soy consciente de que te sientes familiarizado con este tema por varias razones. Hemos de aprovechar a disfrutar de todo lo que esté a nuestro alcance que nos traiga salud y bienestar, como es el caso de esta amistad que nos une ya hace tiempo y que a ambos nos produce tantos buenos momentos y satisfacciones. Un fuerte abrazo.

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