Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

18 nov 2015

PRONOMBRES

Cuando se trata de pronombres, nadie sabe bien de quienes se trata:

-Queda usted detenido por arrastrar por la calle tres pronombres y sin licencia.
-¿Cuáles?
-Éste, ése y aquél.
-No, un momento, aquél se ha venido conmigo, no lo traje a la fuerza. Quería estar cerca de éste.
-¿De quién… de ése?
-No, de éste, con quien quedé ayer por la tarde para hoy, entre el adverbio de tiempo y otro adverbio de lugar, llamado aquí.
-¿Y ése entonces, vino obligado supongo, para su desdicha?
-Pues tampoco. Vino por curiosidad morbosa. Quería saber qué pasaría con nosotros.
-Mire, váyanse todos de inmediato, antes de que se me acabe la paciencia.
-Gracias. La verdad es que tenemos algo de prisa... Hemos quedado con ellos y no queremos llegar tarde.

Eso sí, puntuales son como nadie.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©



6 comentarios:

  1. Que bueno con este ese y aquel. La verdad, muy gracioso el dialogo. Un beso

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  2. ¡Tan puntuales cómo graciosos !.Los cuatro jajaaj!

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    1. ¿Son cuatro?... Espera que relea, no recuerdo ahora cuántos son.
      Gracias, Joaqui.

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    2. Ay ,ay Ángeles adrede y no ha sido por no contar bien los tres pronombres .Pero me ha resultado tan gracioso él que ha hecho la detención, que lo he juntado con los pronombres;cualquiera no tiene su gracia jajaaj y ahora acabo con una palabra ,que se usa mucho en mi pueblo para casi todo ( y yo fiel a ella ) eaaaaaaaa.Un beso con cariño.

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    3. ¡Pero si era broma, mujer!
      De verdad es que no recordaba los que había escrito. Posiblemente cuatro o más. Además está bien contado: Son cuatro, los tres y él, el que los lleva. Un beso, ea.

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