Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

21 feb 2016

AMOR SALVAJE

Primitivo, casi animal, pero nunca rudo,
con mi sentir en demasía.

Ahora no sé dónde llorar este amor,
a medio camino,
entre la edad de piedra y el siglo mil.

Mosaico de rápido movimiento.
No te veo, no te veo...

En el fondo de la pared,
de ese muro que has levantado,
o en la pared del fondo... No te veo.

Ya no percibo tu bondad, borrosa está su figura.
Ya no te siento latir, ni te siento...

Kilómetros de distancia de tu corazón al mío.
Difícil de percibir, familiares y cálidas formas.

Tendría que terminar así.
Los adioses son para los civilizados
y nosotros no lo somos.

Al menos yo te he querido
de una manera primitiva,
casi animal.

Sigo sin poder verte...
Apenas distingo tu caminar
del paso del tiempo.

Ángeles Córdoba Tordesillas ©



4 comentarios: