Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

13 oct 2016

LA SERIEDAD Y PROFESIONALIDAD EN LAS EMPRESAS

Sin ningún interés por promocionar empresa alguna, deseo expresar públicamente mi agradecimiento tanto a Mercadona como al Grupo Siro.

Igual que cuando tengo alguna queja de algún comercio hago la reclamación pertinente, también me gusta hacer una declaración favorable si la ocasión lo requiere, como sucede en este caso. Me parece que es de justicia que así sea.

Hace unos días sufrí una pequeña intoxicación con un producto comprado en este comercio que menciono más arriba, al que soy asidua cliente por su calidad, reconocida por muchos ya, y buen trato.

Llamé al establecimiento comentando lo ocurrido. Y debo decir que tanto el personal encargado de este Mercadona, (Ronda de Atocha, en Madrid capital), como el que me atendió, posteriormente, del Grupo Siro, se han portado conmigo de forma absolutamente impecable, asumiendo con sumo respeto, profesionalidad y diligencia, esta reclamación.

Enviaron a una empresa de transporte a recoger el producto para mandarlo a analizar. Me llamaron más tarde para darme los resultados. No parecía haber nada que hubiera podido ocasionar esta afección de la que hablo.

Hoy he recibido un paquete con dos cajas del mismo producto.

Reitero mi agradecimiento por ello y, tal y como prometí, aquí expongo mi experiencia personal.

Ángeles Córdoba Tordesillas


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