Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

14 jun 2015

AQUÉL DÍA TEMPRANO

A-Allá viene, a lo lejos, ese asunto tan feo. Hagámonos los desentendidos para que no nos tome por amigos. Me han dicho que le gusta resolver todos los misterios menos los del rosario.
B-Ni qué decir tiene… El otro día me encontré con él de frente y me produjo un engorro tremendo. Hice como que no me di cuenta pero se me vio el plumero de limpiar el polvo de atractivos ajenos.
A-Como resulte que después de todo no se trate más que de cuatro lagartijas risueñas y de campo. Por lo del asesinato inerte, me refiero.
B-Hombre, de campo han de ser… que en la ciudad no habitan.
A-Pues yo de esas por aquí he visto miles, sin exagerar.
B-¿Y exagerando?
A-También miles.
B-¡Qué espanto! Haces bien en ser prudente, entonces.
A-Adiós, vamos temprano hoy a lo que sea… parece.
C-Así es. Temprano y con vértigo, que la cosa no es para menos.
B-Menos mal, ya ha pasado de largo. Otro día más, sin causa aparente.
A-Sí, menos mal. Otro día más que no se nos pega ese asunto feo, que nos ha pasado por delante, como golondrina.

Ángel C. T .©

6 comentarios:

  1. Esos asuntos no suelen pasar, se instalan, no como amigos, que no lo son, sino como moscas cajoneras que no te dan respiro. Amiga mía, que bien lo cuentas y como me gusta corazón

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  2. Respuestas
    1. Lástima esta falta de iconos en los blogs... ¿verdad, Susana? Pero gracias, porque lo he entendido igualmente.

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