Desde mi nube y con gafitas

“Érase una vez un Ángel que del Cielo quiso bajar a la Tierra para experimentar lo que era ser humano. Adoptó la forma de mujer. Sólo bajó con lo puesto… unas preciosas gafitas que Dios le había regalado y una nube pequeña, desde donde miraba cada día todo lo que sucedía entre el Cielo y la Tierra. Sólo a través de esas gafitas podía ver nítidamente el mundo y a las personas que vivían en él. Sin ellas se sentía desorientada, perdida, pues todo se volvía invisible e incluso ella misma, ya que ni siquiera podía percibir su propio cuerpo. Esta historia está contada por ese ángel que, a través de la narración de sus peculiares observaciones, intenta representar el mundo que ve.”

Un día agarré mi media nube y mis gafitas (esas que Dios me ha dado) y fui a vivir a un lugar indeterminado entre la metáfora y el surrealismo. Desde entonces, estoy pagando la hipoteca con poemas, cuentos, relatos, novelas, dibujos, pinturas, fotografías… ¡canela fina! y otras especias.

Poco a poco o mucho a mucho, dependiendo del día, estado de ánimo y condiciones atmosféricas, suministraré género del bueno, fabricado a mano, con amor, humor y pasión.

Porque te quiero. Porque todo lo que hago es pensando en ti y con el corazón… de la única forma que sé vivir. Y estoy en ello, dispuesta a seguir haciéndolo con muchas ganas, para que tú lo puedas disfrutar. Ojalá sea así.

5 sept 2015

LA INOCENCIA Y SUS COMPAÑERAS

Que no perezca nunca la inocencia,
la pureza, rebosante, la nobleza.

Elixir de la infancia eterna.
La ingenuidad, la delicadeza,
la dulzura

La inocencia,
el hilo con el que los ángeles
bordan sus alas,
parece que perece…
que no perezca.

Ángel C. T. ©

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, Celia. Me alegro de que te haya gustado.

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    2. La inocencia es el elixir de la vida.

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    3. Exactamente, Manolo. Gracias por entrar a esta nube en la que deseo que todavía flote algo de inocencia.

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  2. La inocencia y el amor siempre deberian ir juntos como la poesia y la cancion. Magnificas estrofas Angeles bailando.
    Zampa.

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  3. ¡Gracias David!
    Tienes un apellido muy bonito.
    Zamparé ahora todo lo que pueda, con la merienda, además de una buena razón de inocencia. Ésa viene bien a cualquier hora.
    Un abrazo.

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